El Römer, el ayuntamiento histórico de Fráncfort del Meno, es uno de los monumentos más conocidos de la ciudad y un símbolo de su rica historia. Junto con el Römerberg, la plaza central del casco antiguo, forma el corazón cultural e histórico de Fráncfort. La combinación única de arquitectura medieval y perfil moderno hace de este lugar una visita obligada para todo visitante.
Un hito con historia El Römer se construyó en el siglo XV como ayuntamiento de Fráncfort y ha conservado esta función hasta nuestros días. Su nombre procede de una de las tres casas originalmente interconectadas, que se llamaban "Zum Römer". La llamativa fachada de frontón escalonado, con sus tres hastiales y rica ornamentación, es un excelente ejemplo de arquitectura medieval y un popular motivo fotográfico.
En el interior del Römer se encuentra la famosa Sala Imperial, donde antaño se celebraban las fiestas de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico tras su coronación en la Catedral Imperial de San Bartolomé de Fráncfort. Hoy, la sala está decorada con retratos de estos emperadores y puede visitarse.
Hoy en día, el Römer sigue siendo escenario de importantes ceremonias y recepciones. Por ejemplo, aquí se honra a los ciudadanos honorarios de Fráncfort y se recibe a invitados destacados.
Las casas alrededor del Römerberg fueron fielmente reconstruidas tras la destrucción de la Segunda Guerra Mundial. La hilera este, con sus fachadas artísticamente diseñadas, es especialmente conocida.
El Römerberg es escenario de numerosos festivales y acontecimientos. En particular, el mercado navideño de Fráncfort, uno de los más antiguos y bellos de Alemania, atrae cada año a visitantes de todo el mundo. También se recrean aquí mercados y festividades históricas, como las celebraciones de coronación de la Edad Media.